viernes, 29 de octubre de 2010

Un ejercicio sobre el Menón (Platón)

Preguntas:

1. ¿Cuál es la tesis principal del texto?

2. ¿Qué ideas secundarias aparecen en el fragmento?

3. ¿Cuál es la estructura argumentativa del texto? Analizadla.

4. Poned un ejemplo de aparición en el texto de estos de tipos de argumentos (y explícadlos con vuestras propias palabras):

a) Un argumento deductivo.
b) Una analogía.
c) Un argumento de autoridad.

5. ¿Qué argumento considera Sócrates “erístico” (es decir, “falaz”, “sofístico”, “falso argumento”)? ¿Por qué es un argumento falaz? Analizadlo.

6. ¿En qué religión parecen basarse tanto Píndaro como Platón? ¿En qué consiste esa doctrina?

7. Explicad cómo se aplica el método socrático al diálogo del texto.

Fragmento del diálogo platónico Menón:

Menón – ¡Ah… Sócrates! Había oído yo, aun antes de encontrarme contigo, que no haces tú otra cosa que problematizarte y problematizar a los demás. Y ahora, según me parece, me estás hechizando, embrujando y hasta encantando por completo al punto que me has reducido a una madeja de confusiones. Y si se me permite hacer una pequeña broma, diría que eres parecidísimo, por tu figura como por lo demás, a ese chato pez marino, el torpedo. También él, en efecto, entorpece al que se le acerca y lo toca, y me parece que tú ahora has producido en mí un resultado semejante. Pues, en verdad, estoy entorpecido de alma y de boca, y no sé qué responderte. Sin embargo, miles de veces he pronunciado innumerables discursos sobre la virtud, también delante de muchas personas, y lo he hecho bien, por lo menos así me parecía. Pero ahora, por el contrario, ni siquiera puedo decir qué es. Y me parece que has procedido bien no zarpando de aquí ni residiendo fuera: en cualquier otra ciudad, siendo extranjero y haciendo semejantes cosas, te hubieran recluido por brujo.

Sócrates – Eres astuto, Menón, y por poco me hubieras engañado.

Men. – ¿Y por qué, Sócrates?

Sóc. – Sé por qué motivo has hecho esa comparación conmigo.

Men. – ¿Y por cuál crees?

Sóc. – Para que yo haga otra contigo. Bien sé que a todos los bellos les place el verse comparados –les favorece, sin duda, porque bellas son, creo, también las imágenes de los bellos–; pero no haré ninguna comparación contigo. En cuanto a mí, si el torpedo, estando él entorpecido, hace al mismo tiempo que los demás se entorpezcan, entonces le asemejo; y si no es así, no. En efecto, no es que no teniendo yo problemas, problematice sin embargo a los demás, sino que estando yo totalmente problematizado, también hago que lo estén los demás. Y ahora, «¿qué es la virtud?», tampoco yo lo sé; pero tú, en cambio, tal vez sí lo sabías antes de ponerte en contacto conmigo, aunque en este momento asemejes a quien no lo sabe. No obstante, quiero investigar contigo e indagar qué es ella.

Men. – ¿Y de qué manera buscarás, Sócrates, aquello que ignoras totalmente qué es? ¿Cuál de las cosas que ignoras vas a proponerte como objeto de tu búsqueda? Porque si dieras efectiva y ciertamente con ella, ¿cómo advertirás, en efecto, que es ésa que buscas, desde el momento que no la conocías?

Sóc. – Comprendo lo que quieres decir, Menón. ¿Te das cuenta del argumento erístico que empiezas a entretejer: que no le es posible a nadie buscar ni lo que sabe ni lo que no sabe? Pues ni podría buscar lo que sabe –puesto que ya lo sabe, y no hay necesidad alguna entonces de búsqueda–, ni tampoco lo que no sabe –puesto que, en tal caso, ni sabe lo que ha de buscar–.
Men. – ¿No te parece, Sócrates, que ese razonamiento está correctamente hecho?

Sóc. – A mí no.

Men. – ¿Podrías decir por qué?

Sóc. – Yo sí. Lo he oído, en efecto, de hombres y mujeres sabios en asuntos divinos…

Men. – ¿Y qué es lo que dicen?

Sóc. – Algo verdadero, me parece, y también bello.

Men. – ¿Y qué es, y quiénes lo dicen?

Sóc. – Los que lo dicen son aquellos sacerdotes y sacerdotisas que se han ocupado de ser capaces de justificar el objeto de su ministerio. Pero también lo dice Píndaro y muchos otros de los poetas divinamente inspirados. Y las cosas que dicen son éstas –y tú pon atención si te parece que dicen verdad–: afirman, en efecto, que el alma del hombre es inmortal, y que a veces termina de vivir –lo que llaman morir–, a veces vuelve a renacer, pero no perece jamás. Y es por eso por lo que es necesario llevar la vida con la máxima santidad, porque de quienes…

Perséfone el pago de antigua condena
haya recibido, hacia el alto sol en el noveno año,
el alma de ellos disuelve nuevamente,
de las que reyes ilustres
y varones plenos de fuerza y en sabiduría insignes
surgirán. Y para el resto de los tiempos héroes sin mácula
por los hombres serán llamados.

El alma, pues, siendo inmortal y habiendo nacido muchas veces, y visto efectivamente todas las cosas, tanto las de aquí como las del Hades, no hay nada que no haya aprendido; de modo que no hay de qué asombrarse si es posible que recuerde, no sólo la virtud, sino el resto de las cosas que, por cierto, antes también conocía. Estando, pues, la naturaleza toda emparentada consigo misma, y habiendo el alma aprendido todo, nada impide que quien recuerde una sola cosa –eso que los hombres llaman aprender–, encuentre él mismo todas las demás, si es valeroso e infatigable en la búsqueda. Pues, en efecto, el buscar y el aprender no son otra cosa, en suma, que una reminiscencia.

martes, 26 de octubre de 2010

Más páginas web

Aunque en los apuntes del cnice tenéis casi todo respecto a la Historia de la Filosofía, falta la síntesis del pensamiento de cada autor. Eso sí lo podéis encontraren webdianoia.com., aunque quizá de manera demasiado pormenorizada. Para los que estéis agobiados por prepararos autores, podéis ir echando un vistazo a esta página.

En clase, haremos un buen resumen del pensamiento de Platón en cuanto terminemos de leer su texto.

jueves, 21 de octubre de 2010

Argumentación 8: La dialéctica

Dialéctica es una palabra con múltiples significados. Es el arte de la conversación, del diálogo, pero también de la discusión y del debate. Incluso a la dialéctica se la ha considerado el arte de la argumentación en general, de modo que dialéctica llegaría a significar lo mismo que lógica.

En una disputa o debate, no sólo es necesario preparar los argumentos que apoyan nuestra tesis, sino además saber responder a las objeciones ("contraargumentos") que se van a utilizar contra la tesis. Como en el ajedrez, para los debates es esencial preparar una buena estrategia: hay que saber atacar con los mejores argumentos, hay que elegir el orden más eficaz para su exposición, pero también es preciso saber defenderse, anticipándose a las objeciones que se nos va a hacer.

En el siglo XVIII el término adquirió un nuevo significado: la teoría de los contrapuestos en las cosas o en los conceptos, así como la detección y superación de estos contrapuestos. De manera más esquemática puede definirse la dialéctica como el discurso en el que se contrapone una determinada concepción o tradición, entendida como tesis, y la muestra de los problemas y contradicciones, entendida como antítesis. De esta confrontación surge, en un tercer momento llamado síntesis, una resolución o una nueva comprensión del problema.

Por ejemplo, respecto al problema gnoseológico de la relación entre razón y sentidos:

(1) Tesis: racionalismo. "Nuestro conocimiento procede de la razón".
(2) Antítesis: empirismo. "Nuestro conocimiento procede de la experiencia."
(3) Síntesis: idealismo trascendental. "Lo formal en el conocimiento está proporcionado por la razón, pero la materia del conocimiento procede de la experiencia."

Algunos filósofos piensan, como Heráclito, que la explicación última de la realidad es el conflicto, la oposición de contrarios. La dialéctica será, para ellos, la explicación de todos los fenómenos –de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento.

Argumentación 7: la disertación

La disertación es un tipo de estructura encuadrada que se utiliza con frecuencia en la Filosofía.

Detrás del esquema de su estructura, os aconsejo aspectos que hay que tener en cuenta cuando se utiliza una disertación para hacer una exposición oral.

1. Introducción

- Llamar la atención sobre el problema del que se va a tratar.
- Enunciar con brevedad la tesis que se va a defender.
- Definir el término o términos filosóficos que se han utilizado en el enunciado de la tesis.
- Adelantar los puntos más importantes que se van a exponer en el desarrollo.

2. Desarrollo

- Estado de la cuestión. ¿Cuáles son las diferentes posturas sobre el problema en la actualidad?
- Argumentos a favor de nuestra posición.
- Respuestas a objeciones.

3. Conclusión

- Recapitulación: recordar los puntos más importantes que se han expuesto.
- Implicaciones de nuestra tesis en otros ámbitos.
- Terminar de una manera impactante para dejar un “buen sabor de boca”.

La disertación y el discurso oral

La estructura de la disertación es muy semejante a la de un discurso clásico. Por ello, hay que tener en cuenta que, si vamos a utilizar la disertación para la intervención ante un público, debemos añadir al discurso otros elementos más: ganarse al auditorio desde el principio (captatio benevolentiae), la comunicación no verbal (nuestros gestos, miradas, etc.), la entonación, el énfasis y cualesquiera otros recursos retóricos o teatrales que nos vengan bien para alcanzar nuestro objetivo, que no es otro sino convencer y persuadir.

Argumentación 6: Estructura del texto argumentativo

El texto argumentativo trata de convencer acerca de una tesis o idea principal por medio de uno o varios argumentos (ideas secundarias).

Ya hemos visto que existen muchos tipos de argumentos: deductivos, por ejemplos, por analogías, de autoridad, de relaciones causales, etc.

El texto argumentativo presenta distintas estructuras según el orden en que aparecen la tesis y los argumentos:


1. Estructura explicativa

En la estructura explicativa la tesis defendida aparece al comienzo del texto, para ser a continuación apoyada por una serie de argumentos :

Tesis ==> Argumentos.

La estructura explicativa también recibe el nombre de analizante o deductiva.


2. Estructura conclusiva

Las argumentaciones conclusivas, por el contrario, son aquellas en las que el autor expone en primer lugar los argumentos para cerrar el texto con una tesis que los englobe:

Argumentos ==> Tesis.

La argumentación conclusiva también recibe el nombre de estructura sintetizante o estructura inductiva.


3. Estructura encuadrada

Es una estructura simétrica dividida en tres partes: Tesis-Argumentos-Tesis. Se enfatiza mucho más la idea defendida y se apoya su lógica con una conclusión final que reafírma la tesis presentada al comienzo del texto:

Tesis (Introducción) ==> Argumentos (Desarrollo) ==> Tesis (Conclusión)

4. Estructura reiterativa

Por último, algunas argumentaciones adoptan una estructura reiterativa, pues la tesis está contenida en el conjunto del discurso y los argumentos se intercalan libremente, sin ningún orden prefijado.

Argumentación 5: recursos retóricos

Aunque generalmente la Filosofía tome como modelo el razonamiento formal y riguroso, mantiene una conexión estrecha con la literatura y la retórica.

La retórica es una disciplina que investiga cuáles son las técnicas más eficaces para convencer y persuadir.

Hay filósofos que se han expresado con un lenguaje más cercano a la literatura que a la lógica, sobre todo en obras de divulgación para el gran público. Incluso los hay que han elaborado buena parte de su obra con un lenguaje poético, como es el caso de Nietzsche:

"Habéis recorrido el camino que lleva desde el gusano hasta el hombre, y muchas cosas en vosotros continúan siendo gusano. En otro tiempo fuisteis monos, y también ahora es el hombre más mono que cualquier mono. Y el más sabio de vosotros es tan sólo un ser escindido, híbrido de planta y fantasma.
Pero ¿os mando yo que os convirtáis en fantasmas o en plantas?
¡Mirad, yo os enseño el superhombre!
El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el superhombre el sentido de la tierra!
¡Yo os conjuro, hermanos míos, permaneced fieles a la tierra y no creáis a quienes os hablan de esperanzas sobreterrenales! Son envenenadores, lo sepan o no.
Son despreciadores de la vida, son moribundos y están, ellos también, envenenados, la tierra está cansada de ellos: ¡ojalá desaparezcan!
" (Así habló Zaratustra).

Los recursos retóricos más utilizados en obras filosóficas son metáforas, alegorías, quiasmos, interrogaciones retóricas, exclamaciones, comparaciones, símbolos, metonimias, sinécdoques, antítesis, oxímoron, paradojas, ironías, arcaísmos, neologísmos, etc.

Podéis conocer éstas y muchas más figuras retóricas en elvelerodigital.com.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Argumentación 4: Falacias

Una parte de la Lógica Informal es el estudio de las falacias. Las falacias, también llamadas sofismas, son falsos argumentos.

Siendo verdaderas las premisas de un razonamiento, la conclusión puede ser perfectamente falsa cuando el razonamiento no sigue las reglas de la lógica.

Las falacias son similares al recurso de dar patadas a otros jugadores en un partido de fútbol. Se trata de una estratagema tan sucia como extendida.

Las falacias en que más se incurre son dos:

  1. Generalización apresurada. A veces generalizamos a partir de una información incompleta tomando una muestra muy pequeña. Si el primer lituano que encuentro tiene un temperamento vehemente, espero que todos los lituanos tengan un temperamento vehemente.
  2. Olvido de alternativas. Como veíamos en los argumentos acerca de las causas, sólo porque los sucesos A y B estén correlacionados, no se sigue que A cause a B. B podría causar A; alguna otra cosa podría causar ambos, A y B; A puede causar B, y B puede causar A; o A y B pueden no estar causalmente relacionados. Estas explicaciones alternativas pueden ser olvidadas si aceptamos la primera explicación que se nos ocurra. No hay que precipitarse, usualmente hay muchas más explicaciones alternativas de las que pensamos.
Sobre falacias hay mucho material en internet. Por ejemplo, en wikipedia, en usoderazon.com o en el diccionario de falacias.

Indicamos sólo algunas de las más famosas:

Falacia ad baculum.

Consiste en un apelación a la fuerza, si trata de un argumento que apela a la fuerza o al poder de algo o de alguien como razón para establecer la verdad de la conclusión.

La fuerza persuasiva reside en la fuerza o el poder de alguien.

A afirma que p

A tiene un determinado poder

Luego p


Falacia ad hominem

Es un argumento dirigido contra alguien, es decir, consiste en que en vez de presentar las razones adecuadas contra una opinión determinada se pretende refutar tal opinión censurando a la persona que la sostiene

A afirma que p

A es una persona poco digna de consideración

Luego no puede ser vedad p


Ad misericordiam

Apelar a la piedad como un argumento en favor de
un trato especial.


Falacia ad verecundiam

Es un falacia consistente en apelar a la autoridad. Este razonamiento se apoya no en razones sino en alguna autoridad exterior al argumento. Consigue persuadir porque se está recurriendo al sentimiento que la personas tienen a esa autoridad. La autoridad a la que se apela puede ser la mayoría.

A afirma que p

A tiene una autoridad, un prestigio

Luego p


Falacia ad ignorantiam

Es un razonamiento consistente en una apelación a la ignorancia. Consiste en considerar que algo está demostrado porque no hay argumentos en contra.

No hay pruebas de que p

Luego no es verdad p


Falacia ad populum

Consiste en una apelación a los sentimientos del pueblo o de la masa. Se utiliza una terminología emotiva para provocar los sentimientos de la gente.


Afirmar el consecuente.

Una falacia deductiva de la forma:

"Si p entonces q.
q.
Por lo tanto, p."


Por ejemplo:


"Si las calles están heladas, el correo se demora.
El correo se demora.
Por lo tanto, las calles están heladas."


Ambigüedad

Usar una palabra simple en más de un sentido.

A veces estamos tentados de dar respuestas equivocas utilizando una palabra clave de manera vaga. Leamos la siguiente conversación:


"A: ¡En el fondo, todos somos nada más que egoístas!
B: Pero, ¿y Juan?; ¡mira como se dedica a sus hijos!
A: Sólo hace lo que realmente quiere hacer: ¡aun eso es ser egoísta!"

Aquí el significado de «egoísta» cambia de la primera afirmación que hace A, a la segunda. En la primera afirmación entendemos que «egoísta» significa algo bastante específico: el comportamiento codicioso, egocéntrico, al que ordinariamente denominamos «egoísta». En la respuesta de A a la objeción de B, A amplía el significado de «egoísta» para incluir también comportamientos aparentemente no egoístas, extendiendo la definición simplemente hasta «hacer lo que realmente quiere hacer». A mantiene sólo la palabra, pero esta ha perdido su significado específico, original.


Composición

Asumir que un todo debe tener las propiedades de sus partes. Por ejemplo, «dado que los miembros del equipo son atletas magnificos, el equipo debe ser un equipo magnffico». Incluso atletas magnificos pueden tener poco talento para cooperar en un equipo. Opuesto a la falacia de la división.


Definición persuasiva

Definir un término de tal manera que parezca neutral, pero que de hecho es sutilmente emotivo, Por ejemplo: Ambrose Bierce, en su The Devils Dictionary, define «fe» como «creencia sin pruebas en lo que esta diciendo una persona que habla sin conocimiento, de cosas inauditas». Las definiciones persuasivas pueden tener también una carga emotiva positiva, por ejemplo: definir «conservador» como «alguien con una opinión realista de los limites humanos».


Descalificar la fuente

Usar lenguaje emotivo para menospreciar un argumento incluso antes de mencionarlo.


División

Asumir que las partes de un todo deben tener las propiedades de un todo. Por ejemplo: «Dado que es un equipo magnffico, los miembros del equipo deben ser atletas rnagnificos.» Un grupo de jugadores pueden cooperar eficazmente sin ser individualmente jugadores destacados. Opuesto a la falacia de la composición.


Falso dilema

Reducir las opciones que se analizan sólo a dos, a menudo drasticamente opuestas e injustas para la persona contra quien se expone el dilema. Por ejemplo, «Estados Unidos: Amalo o dejalo». El siguiente es un ejemplo más sutil extrafdo de un trabajo de un estudiante: «Dado que el universo no podría haberse creado de la nada, debe haber sido creado por una fuerza viva inteligente...» ¿Es la creación por una fuerza viva inteligente la única otra posibilidad? Argüir a partir de un falso dilema es, a veces, una manera de no jugar limpio; obviamente, también olvida alternativas.


Hombre de paja

Caricaturizar la opinión de un oponente de manera tal que resulte fácil refutarla.


Negar el antecedente

Una falacia deductiva de la forma:

"Si p entonces q.
No−p.
Por lo tanto, no−q."

Por ejemplo:

!Si las calles están heladas, el correo llega tarde.
Las calles no están heladas.
Por lo tanto, el correo no llega tarde."

Ambas premisas pueden ser verdaderas y la conclusión falsa. El correo puede llegar tarde por otras razones, al margen de las calles heladas. El argumento olvida las explicaciones alternativas.

Non sequitur

Extraer una conclusión que «no se sigue». Por ejemplo: una conclusión que no es una inferencia razonable de una prueba. Término muy general para denominar un mal argumento. Trate de resolver concretamente que es lo que (supuestamente) esta mal con el argumento.


Palabras equivocas

Cambiar el significado de una palabra en medio de un argumento, de tal manera que su conclusión pueda ser mantenida aunque su significado pueda haberse modificado radicalmente. Esta maniobra suele ejecutarse bajo la presión de un contraejemplo.

A: Todo estudio es una tortura.
B: Pero, ¿Qué pasa con estudiar para argumentar?, ¡le gusta tanto!
A: Bien, eso no es realmente estudiar.

Aquí «estudiar» es la palabra equivoca. La respuesta de A a la objeción de B cambia de hecho el signiflcado de «estudiar» al de «estudiar que es una tortura». De ese modo, la primera afirmación de A permanece verdadera, pero sólo al coste de hacerla trivial («Todo estudio que es
una tortura es una tortura»).


Petición de principio

Usar de un modo implícito la conclusión como una premisa. Se incurre, pues, en un círculo vicioso.

Por ejemplo: "Dios existe porque así lo dice la Biblia, lo que se que es verdad porque, después de todo, Dios la escribió."


Para escribir este argumento en la forma de premisa y conclusión, se debería escribir:


"La Biblia es verdad, porque Dios la escribió.
La Biblia dice que Dios existe.
Por lo tanto, Dios existe."


Para defender la afirmación de que la Biblia es verdad, el argumentador afirma que Dios la escribió. Pero obviamente, si Dios escribió la Biblia, El existe. Luego, el argumento asume precisamente aquello que esta tratando de probar.


Pista falsa

Introducir una cuestión irrelevante o secundaria y, de ese modo, desviar la atención de la cuestión principal. Usualmente, la pista falsa hace referenda a una cuestión acerca de la cual las personas tienen opiniones contundentes, para que nadie advierta como se está desviando la atención. En una discusión sobre la seguridad relativa a las diferentes marcas de automóviles, por ejemplo, la cuestión de que coches son fabricados en el país y cuales son importados es una pista falsa.


Post hoc, ergo propter hoc («después de esto, por lo tanto, debido a esto»).

Asumir la causalidad demasiado pronto sobre la base de la mera sucesión en el tiempo.


Preguntas complejas

Exponer una pregunta o una cuestión de tal manera que una persona no pueda acordar o discrepar con nosotros sin obligarse con alguna otra afirmación que nosotros queremos promocionar. Un ejemplo simple: «¿Es usted aún tan egocentrico como solía ser?» Tanto si la
respuesta es «sí» o es «no», se obliga a aceptar que usted solía ser egocentrico. Un ejemplo más
sutil: «¿Seguira a su conciencia, en vez de a su cartera, y hará una donación para la causa?» Con
ello se logra que cualquiera que diga «no», a pesar de sus verdaderas razones para no realizar el
donativo, se sienta innoble. Cualquiera que diga «sí», a pesar de sus verdaderas razones para realizar el donativo, se siente noble.


Provincianismo

Error por universalizar un hecho local. Argumentar, por ejemplo, que comer tres comidas diarias es un comportamiento humano universal.


Suprimir prueba

Presentar sólo una parte de un conjunto de datos que apoyen una afirmación, ocultando las partes que la contradicen. Por ejemplo: extraer justamente la frase «Usted debe ir a ver la película Rambo IX» de una critica de cine que en realidad dice: «Si usted debe ir a ver Rambo IX, lleve un libro.»

Argumentación 3: Lógica informal

En la vida cotidiana, utilizamos, para convencer, argumentos que no siguen las estrictas reglas de la lógica formal. El estudio de estos argumentos se llama lógica informal.

Aunque los argumentos informales carecen de normas estrictas, se aconseja que cumplan ciertas condiciones para que sean convincentes. Veremos algunos casos. (Fuente: Anthony Weston, Las claves de la argumentación.)


1. Argumentación por ejemplos

Utilizar ejemplos es un modo de razonamiento inductivo que, como tal, tiene sus limitaciones.
  • El argumento no se puede apoyar en un solo ejemplo, es decir, de un solo ejemplo no podemos extraer una afirmación de carácter general.
  • Los ejemplos tienen que ser representativos.
  • Se tiene que tener en cuanta la información de trasfondo, es decir, el contexto en el que se produce la información que sirve de ejemplo.
  • Hay que analizar siempre los contraejemplos, no hay que ocultarlos nunca. Si existen contraejemplos hay que exponer si invalidan o no la argumentación y hay que explicar por qué sí o no invalidan la conclusión.


2. Argumentos por analogía

La analogía consiste en comparar la relación entre varias razones o fenómenos. Es decir, una analogía compara dos ejemplos.

Veamos un caso de razonamiento analógico:

Cuando usted forma parte de un equipo de fútbol , se compromete a atenerse a las decisiones
de su entrenador (ya que el éxito del equipo depende de la obediencia de sus integrantes).

El presidente —y su Gobierno— son similares a un equipo de fútbol (su éxito también depende de la obediencia de sus integrantes).

Por lo tanto, cuando usted forma parte del Gobierno, se compromete a atenerse a las decisiones del presidente.

Resumiendo: A es a B lo que C es a D. (A = "Equipo de fútbol"; B = "Entrenador"; C = "Gobierno"; D = "Presidente".)

Las analogías no requieren que el ejemplo usado como una analogía sea absolutamente igual al ejemplo de la conclusión, pero sí que el ejemplo similar sea relevante.


3. Argumentos de autoridad

Son razonamientos en los cuales se apela a la declaración de una persona o de una institución de prestigio.

En el caso de la Filosofía, como su tradición es criticar la propia tradición, los argumentos de autoridad resultan muy poco convincentes. Sólo cuando el filósofo se dirige a una escuela de filosofía concreta, el citar a un autor de mucho prestigio en esa escuela puede resultar persuasivo. Por ejemplo: los filósofos de la corriente Escolástica seguían las enseñanzas de Aristóteles; citar dentro de su corriente a Aristóteles tenía, pues, sentido.

Fuera de la filosofía, usar argumentos de autoridad es bastante frecuente. Estos argumentos sólo son eficaces si se cumplen ciertas condiciones:

  • Las fuentes deben ser correctamente citadas.
  • La autoridad a la que apelamos tiene que estar cualificada.
  • Esa autoridad debe estar bien informada sobre el tema que se trata.
  • No debe haber controversia entre los expertos sobre el tema que se trata (por eso, en la Filosofía no tiene mucho sentido utilizar argumentos de autoridad: siempre hay controversia).
  • La autoridad a la que recurrimos tiene que ser neutral, es decir, que no tenga intereses personales sobre esa cuestión. Ejemplos: dinero, prestigio…

4. Argumentos acerca de las causas

A veces tratamos de explicar por que sucede alguna cosa argumentando acerca de sus causas. Supongamos, por ejemplo, que nos preguntamos por qué algunos de nuestros amigos tienen una mentalidad más abierta que otros. Hablamos con nuestros amigos y descubrimos que la mayoría que tienen una mentalidad abierta también son personas cultas —están al tanto de las noticias, leen literatura, etc.—, mientras que la mayoría de aquellos que no tienen una mentalidad abierta no lo son. En otras palabras, descubrimos que hay una correlación entre ser culto y tener una mentalidad abierta. Entonces, debido a que ser culto parece estar correlacionado con tener una mentalidad abierta probablemente conciuiríamos que ser culto conduce a tener una mentalidad abierta.

Tanto en las Ciencias Sociales como en la Medicina los argumentos que van de la correlación entre estados de cosas a las causas son ampliamente utilizados. Para informarse sobre si el tomar un desayuno completo mejora la salud, los médicos realizan un estudio para informarse de si las personas que usualmente toman un desayuno completo viven más tiempo que aquellas que usualmente no lo hacen. Para informarse acerca de si la lectura tiende a hacer que una persona sea de una mentalidad más abierta, un psicólogo puede idear una prueba para saber qué personas son de mentalidad abierta y hacer una encuesta sobre los hábitos de lectura; luego hace la prueba a una muestra representativa de la población y entonces comprueba si una proporción más alta de lectores habituales son también personas que tienen una mentalidad abierta.

Sin embargo, nuestros propios argumentos acerca de las causas contienen, normalmente, ejemplos seleccionados de una manera menos cuidadosa. Muchas veces, argumentamos a partir de algunos casos sorprendentes de nuestra propia experiencia, o de nuestro conocimiento, de nuestros amigos, o de la historia. A menudo, estos argumentos son especulativos, pero lo mismo vale para sus «parientes» más formales formulados por médicos y psicologos. Muchas veces resulta muy difícil saber qué causa qué.

Veamos algunas prevenciones sobre los argumentos acerca de las causas:

  • El argumento debe explicar cómo la causa conduce al efecto. Los buenos argumentos no apelan únicamente a la correlación de A y B, también explican por qué «tiene sentido» para A causar B.
  • La mayoría de los sucesos tienen muchas causas posibles. Encontrar nuevamente alguna causa posible no es suficiente; hay que dar un paso más y mostrar que ésa es la causa más probable.
  • Algunas correlaciones no son más que meras coincidencias.
  • Algunas correlaciones no son relaciones entre causa y efecto, sino que representan dos efectos de alguna otra causa.
  • Cualquiera de dos hechos correlacionados puede causar el otro. ¿La inmoralidad de la televisión basura es causa de la inmoralidad en la sociedad? O bien: ¿la inmoralidad de la sociedad es causa de la televisión basura?
  • Las causas pueden ser complejas. Los argumentos causales son importantes porque a menudo es útil encontrar alguna causa, pero rara vez encontramos la única causa.

Argumentación II: La lógica de clases

Dentro de la lógica formal, además de la lógica de enunciados, existe la lógica de clases o de predicados.

Se entiende por clase una pluralidad o conjunto de individuos que tienen una misma propiedad o propiedades.

La lógica tradicional, que se remonta a Aristóteles y tuvo un gran desarrollo en la Edad Media, se basa en el razonamiento silogístico, que es un caso particular de la lógica de clases.

Un silogismo es un razonamiento mediante oraciones que constan de sujetos y predicados con mayor o menor extensión. A los conceptos de mayor extensión se los llama "términos mayores" y a los de menor extensión, "términos menores". Podemos demostrar la relación entre un término menor y un término mayor gracias a la intervención de un concepto intermedio, llamado "término medio", que sirve de nexo.

Por ejemplo:

Término mayor: "Europeo".
Término medio: "Castellano".
Término menor: "Segoviano".

Silogismo:

[1ª Premisa] Todos los castellanos (T. Medio) son europeos (T. Mayor)
[2ª Premisa] Todos los segovianos (T. Menor) son castellanos (T. Medio)
___________________________________________________
[Conclusión] Todos los segovianos (T. Menor) son europeos (T. Mayor)

Los diagramas de Euler y Venn ayudan a comprender de manera intuitiva la lógica de clases. Os dejo abajo unos apuntes tomados de educared.

Representación gráfica de clases mediante los diagramas de Euler – Venn

Las clases se representan por un círculo:

Imagen:Clase.gif

Las clases disjuntas:

Imagen:Clases_disjuntas.gif

Clases distintas:

Imagen:Clases_distintas.gif

Inclusión:

Imagen:Inclusion_de_clases.gif


Representación de operaciones

Suma lógica: A\cup B

Imagen:Suma_logica.gif

Producto lógico:  A\cap B

Imagen:Producto_logico.gif

Diferencia lógica:  A - B

Imagen:Diferencia_logica.gif


Diferencia simétrica:  A\Delta B

Imagen:Diferencia_simetrica.gif


Clase complementaria: \overline A

Imagen:Clase_complementaria.gif

El silogismo en la lógica de clases

El silogismo es un razonamiento deductivo en el que partiendo de dos o más premisas, se llega a la conclusión que se deriva necesariamente de ellas. Fue formulado por primera vez por Aristóteles en su gran obra de Lógica a la que llamó Organon.

Todos los hombres son mortales. Sócrates es hombre. Luego Sócrates es mortal. 

También puede haber silogismos inválidos, por ejemplo:

Todos los españoles son simpáticos. Ningún francés es español. Luego ningún francés es simpático. 

Como se advierte, no hay conexión entre las premisas y la conclusión.


[editar] El silogismo y los diagramas de Euler-Venn

Las premisas que constituyen los silogismos pueden ser de cuatro tipos: (A) Universales afirmativas, (E) universales negativas, (I) particulares afirmativas y (O) particulares negativas:

AUniversal afirmativaTodos los S Son PTodos los hombres son mortales
EUniversal negativaNingún S es PNingún hombre es mortal
IParticular afirmativaAlgún S es PAlgún hombre es mortal
OParticular negativaAlgún S no es PAlgún hombre no es mortal

Para representar estas proposiciones en diagramas, es necesario traducirlas al lenguaje de la lógica de clases:

(A) Universal afirmativa, "Todos los S son P"  [ S\subset P] \,, es decir que la clase de los S que no está incluida en P es una clase vacía. En los diagramas, la clase vacía se simboliza mediante un coloreado rosa, según se observa:

Imagen:Universal_afirmativa.gif

(E) Universal negativa, "Ningún S es P", quiere decir que la clase constituida por los elementos comunes a la clase S y a la clase P, el producto lógico entre ambos es una clase vacía, que se simboliza por un coloreado rosa: S\cap P = \varnothing

Imagen:Universal_negativa.gif

(I) Particular positiva, "Algún S es P", quiere decir que la clase formada por los elementos comunes a la clase S y a la clase P no es vacía, su producto lógico no es una clase vacía. La clase no vacía se simboliza con una cruz rosa:

Imagen:Particular_positiva.gif

(O) Particular negativa, "Algún S no es P", afirma que la clase de los S que no pertenecen a P no es una clase vacía; por tanto también se simboliza con una cruz en color rosa:

Imagen:Particular_negativa.gif


En el siguiente razonamiento:

Todos los felinos son animales. Los leones son felinos. Luego los leones son animales.  

Simbolización:

F = felinos.

A = animales.

L = leones.



F \subset A

L \subset F

\vdash F \subset A
Imagen:Silogismo.gif


Fácilmente se comprueba su validez debido a la transitividad de la inclusión.


Las leyes lógicas se aplican mejor cuando las premisas son más complejas:


1.Nadie al mismo tiempo sabe tocar la guitarra y lee novelas.

2.Quien no tienen un traje es socio de un club de baloncesto.

3.Quien tiene un Mp3, no se corta el pelo.

4.Nadie que sea miembro de un club de baloncesto, lee novelas.

5.Todo el que es risueño, se corta el pelo.

6.Todos los que no saben tocar la guitarra, tiene Mp3.


¿Se puede obtener alguna conclusión?


Pasamos a simbolizar las premisas:

A = los que tocan la guitarra.

 L = los que leen novelas.

T = los que tienen traje.

S = los socios de un club de baloncesto.

R = los risueños.

H = los que tienen Mp3.

P = los que se cortan el pelo.


A \cap \overline{L} = \varnothing

\overline{T} \subset S

H \cap P

S \cap L = \varnothing

R \subset P

\overline{A} \subset H


Expresamos ahora las premisas utilizando la inclusión para poder aplicar la ley de la transitividad:

A \subset L

\overline{S} \subset T

H \subset \overline{P} = P \subset \overline {H}

S \subset \overline{L} = L \subset \overline {S}

R \subset P

\overline{H} \subset A


Ordenándolos correctamente nos queda:

R \subset P

P \subset \overline{H}

\overline{H} \subset A

A \subset L

L \subset \overline{S}

S \subset T


Luego la conclusión será: R \subset T\quad o Los risueños tienen traje.

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.