miércoles, 20 de octubre de 2010

Argumentación 3: Lógica informal

En la vida cotidiana, utilizamos, para convencer, argumentos que no siguen las estrictas reglas de la lógica formal. El estudio de estos argumentos se llama lógica informal.

Aunque los argumentos informales carecen de normas estrictas, se aconseja que cumplan ciertas condiciones para que sean convincentes. Veremos algunos casos. (Fuente: Anthony Weston, Las claves de la argumentación.)


1. Argumentación por ejemplos

Utilizar ejemplos es un modo de razonamiento inductivo que, como tal, tiene sus limitaciones.
  • El argumento no se puede apoyar en un solo ejemplo, es decir, de un solo ejemplo no podemos extraer una afirmación de carácter general.
  • Los ejemplos tienen que ser representativos.
  • Se tiene que tener en cuanta la información de trasfondo, es decir, el contexto en el que se produce la información que sirve de ejemplo.
  • Hay que analizar siempre los contraejemplos, no hay que ocultarlos nunca. Si existen contraejemplos hay que exponer si invalidan o no la argumentación y hay que explicar por qué sí o no invalidan la conclusión.


2. Argumentos por analogía

La analogía consiste en comparar la relación entre varias razones o fenómenos. Es decir, una analogía compara dos ejemplos.

Veamos un caso de razonamiento analógico:

Cuando usted forma parte de un equipo de fútbol , se compromete a atenerse a las decisiones
de su entrenador (ya que el éxito del equipo depende de la obediencia de sus integrantes).

El presidente —y su Gobierno— son similares a un equipo de fútbol (su éxito también depende de la obediencia de sus integrantes).

Por lo tanto, cuando usted forma parte del Gobierno, se compromete a atenerse a las decisiones del presidente.

Resumiendo: A es a B lo que C es a D. (A = "Equipo de fútbol"; B = "Entrenador"; C = "Gobierno"; D = "Presidente".)

Las analogías no requieren que el ejemplo usado como una analogía sea absolutamente igual al ejemplo de la conclusión, pero sí que el ejemplo similar sea relevante.


3. Argumentos de autoridad

Son razonamientos en los cuales se apela a la declaración de una persona o de una institución de prestigio.

En el caso de la Filosofía, como su tradición es criticar la propia tradición, los argumentos de autoridad resultan muy poco convincentes. Sólo cuando el filósofo se dirige a una escuela de filosofía concreta, el citar a un autor de mucho prestigio en esa escuela puede resultar persuasivo. Por ejemplo: los filósofos de la corriente Escolástica seguían las enseñanzas de Aristóteles; citar dentro de su corriente a Aristóteles tenía, pues, sentido.

Fuera de la filosofía, usar argumentos de autoridad es bastante frecuente. Estos argumentos sólo son eficaces si se cumplen ciertas condiciones:

  • Las fuentes deben ser correctamente citadas.
  • La autoridad a la que apelamos tiene que estar cualificada.
  • Esa autoridad debe estar bien informada sobre el tema que se trata.
  • No debe haber controversia entre los expertos sobre el tema que se trata (por eso, en la Filosofía no tiene mucho sentido utilizar argumentos de autoridad: siempre hay controversia).
  • La autoridad a la que recurrimos tiene que ser neutral, es decir, que no tenga intereses personales sobre esa cuestión. Ejemplos: dinero, prestigio…

4. Argumentos acerca de las causas

A veces tratamos de explicar por que sucede alguna cosa argumentando acerca de sus causas. Supongamos, por ejemplo, que nos preguntamos por qué algunos de nuestros amigos tienen una mentalidad más abierta que otros. Hablamos con nuestros amigos y descubrimos que la mayoría que tienen una mentalidad abierta también son personas cultas —están al tanto de las noticias, leen literatura, etc.—, mientras que la mayoría de aquellos que no tienen una mentalidad abierta no lo son. En otras palabras, descubrimos que hay una correlación entre ser culto y tener una mentalidad abierta. Entonces, debido a que ser culto parece estar correlacionado con tener una mentalidad abierta probablemente conciuiríamos que ser culto conduce a tener una mentalidad abierta.

Tanto en las Ciencias Sociales como en la Medicina los argumentos que van de la correlación entre estados de cosas a las causas son ampliamente utilizados. Para informarse sobre si el tomar un desayuno completo mejora la salud, los médicos realizan un estudio para informarse de si las personas que usualmente toman un desayuno completo viven más tiempo que aquellas que usualmente no lo hacen. Para informarse acerca de si la lectura tiende a hacer que una persona sea de una mentalidad más abierta, un psicólogo puede idear una prueba para saber qué personas son de mentalidad abierta y hacer una encuesta sobre los hábitos de lectura; luego hace la prueba a una muestra representativa de la población y entonces comprueba si una proporción más alta de lectores habituales son también personas que tienen una mentalidad abierta.

Sin embargo, nuestros propios argumentos acerca de las causas contienen, normalmente, ejemplos seleccionados de una manera menos cuidadosa. Muchas veces, argumentamos a partir de algunos casos sorprendentes de nuestra propia experiencia, o de nuestro conocimiento, de nuestros amigos, o de la historia. A menudo, estos argumentos son especulativos, pero lo mismo vale para sus «parientes» más formales formulados por médicos y psicologos. Muchas veces resulta muy difícil saber qué causa qué.

Veamos algunas prevenciones sobre los argumentos acerca de las causas:

  • El argumento debe explicar cómo la causa conduce al efecto. Los buenos argumentos no apelan únicamente a la correlación de A y B, también explican por qué «tiene sentido» para A causar B.
  • La mayoría de los sucesos tienen muchas causas posibles. Encontrar nuevamente alguna causa posible no es suficiente; hay que dar un paso más y mostrar que ésa es la causa más probable.
  • Algunas correlaciones no son más que meras coincidencias.
  • Algunas correlaciones no son relaciones entre causa y efecto, sino que representan dos efectos de alguna otra causa.
  • Cualquiera de dos hechos correlacionados puede causar el otro. ¿La inmoralidad de la televisión basura es causa de la inmoralidad en la sociedad? O bien: ¿la inmoralidad de la sociedad es causa de la televisión basura?
  • Las causas pueden ser complejas. Los argumentos causales son importantes porque a menudo es útil encontrar alguna causa, pero rara vez encontramos la única causa.
Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.