Además del método deductivo, del que ya hemos hablado, existen otros dos métodos científicos importantes: la inducción y el método hipotético-deductivo (método H-D).
Método inductivo
Si la deducción va de lo general a lo particular ("Todos los mamíferos son vertebrados, todos los primates son mamíferos, luego todos los mamíferos son vertebrados"), la inducción realiza el camino inverso: de lo particular a lo general. Por ejemplo, "todos los primates que he investigado son vertebrados, luego todos los primates son vertebrados". Obviamente, los primates que he estudiado, por muchos que sean, sólo son algunos, pero no todos, los primates que existen.
La inducción no es tan rigurosa como la deducción, puesto que no conocemos todos y cada uno de los individuos o clases particulares a partir de los que generalizamos. (Si conociéramos todos esos casos, hablaríamos de "inducción completa", que sí sería necesariamente válida). Cualquier individuo que no se correspondiera con la generalización establecida "falsaria" esa generalización.
El problema de la inducción en el saber científico es aún más grave, porque no sólo generalizamos acerca de los hechos observados, sino que predecimos que los hechos futuros deben obedecer las regularidades que hemos establecido por inducción. Cualquier hecho futuro podría, pues, falsar nuestras leyes o teorías.
Método Hipotético-Deductivo
Este método es una mezcla del método hipotético y del método inductivo. Consta de los siguientes pasos:
1. Observación de un hecho problemático, que no puede ser del todo explicado mediante la explicación vigente.
2. Planteamiento de una hipótesis (hipótesis = supuesto).
3. Deducción de las consecuencias observables de la hipótesis propuesta.
4. Comprobación experimental de las consecuencias deducidas.
5. Verificación de la hipótesis, o, en caso contrario, falsación de la misma. En caso de verificación, la hipótesis se convertiría en ley científica; en caso de falsación, deberíamos plantearnos una nueva hipótesis.
