miércoles, 20 de octubre de 2010

Argumentación 4: Falacias

Una parte de la Lógica Informal es el estudio de las falacias. Las falacias, también llamadas sofismas, son falsos argumentos.

Siendo verdaderas las premisas de un razonamiento, la conclusión puede ser perfectamente falsa cuando el razonamiento no sigue las reglas de la lógica.

Las falacias son similares al recurso de dar patadas a otros jugadores en un partido de fútbol. Se trata de una estratagema tan sucia como extendida.

Las falacias en que más se incurre son dos:

  1. Generalización apresurada. A veces generalizamos a partir de una información incompleta tomando una muestra muy pequeña. Si el primer lituano que encuentro tiene un temperamento vehemente, espero que todos los lituanos tengan un temperamento vehemente.
  2. Olvido de alternativas. Como veíamos en los argumentos acerca de las causas, sólo porque los sucesos A y B estén correlacionados, no se sigue que A cause a B. B podría causar A; alguna otra cosa podría causar ambos, A y B; A puede causar B, y B puede causar A; o A y B pueden no estar causalmente relacionados. Estas explicaciones alternativas pueden ser olvidadas si aceptamos la primera explicación que se nos ocurra. No hay que precipitarse, usualmente hay muchas más explicaciones alternativas de las que pensamos.
Sobre falacias hay mucho material en internet. Por ejemplo, en wikipedia, en usoderazon.com o en el diccionario de falacias.

Indicamos sólo algunas de las más famosas:

Falacia ad baculum.

Consiste en un apelación a la fuerza, si trata de un argumento que apela a la fuerza o al poder de algo o de alguien como razón para establecer la verdad de la conclusión.

La fuerza persuasiva reside en la fuerza o el poder de alguien.

A afirma que p

A tiene un determinado poder

Luego p


Falacia ad hominem

Es un argumento dirigido contra alguien, es decir, consiste en que en vez de presentar las razones adecuadas contra una opinión determinada se pretende refutar tal opinión censurando a la persona que la sostiene

A afirma que p

A es una persona poco digna de consideración

Luego no puede ser vedad p


Ad misericordiam

Apelar a la piedad como un argumento en favor de
un trato especial.


Falacia ad verecundiam

Es un falacia consistente en apelar a la autoridad. Este razonamiento se apoya no en razones sino en alguna autoridad exterior al argumento. Consigue persuadir porque se está recurriendo al sentimiento que la personas tienen a esa autoridad. La autoridad a la que se apela puede ser la mayoría.

A afirma que p

A tiene una autoridad, un prestigio

Luego p


Falacia ad ignorantiam

Es un razonamiento consistente en una apelación a la ignorancia. Consiste en considerar que algo está demostrado porque no hay argumentos en contra.

No hay pruebas de que p

Luego no es verdad p


Falacia ad populum

Consiste en una apelación a los sentimientos del pueblo o de la masa. Se utiliza una terminología emotiva para provocar los sentimientos de la gente.


Afirmar el consecuente.

Una falacia deductiva de la forma:

"Si p entonces q.
q.
Por lo tanto, p."


Por ejemplo:


"Si las calles están heladas, el correo se demora.
El correo se demora.
Por lo tanto, las calles están heladas."


Ambigüedad

Usar una palabra simple en más de un sentido.

A veces estamos tentados de dar respuestas equivocas utilizando una palabra clave de manera vaga. Leamos la siguiente conversación:


"A: ¡En el fondo, todos somos nada más que egoístas!
B: Pero, ¿y Juan?; ¡mira como se dedica a sus hijos!
A: Sólo hace lo que realmente quiere hacer: ¡aun eso es ser egoísta!"

Aquí el significado de «egoísta» cambia de la primera afirmación que hace A, a la segunda. En la primera afirmación entendemos que «egoísta» significa algo bastante específico: el comportamiento codicioso, egocéntrico, al que ordinariamente denominamos «egoísta». En la respuesta de A a la objeción de B, A amplía el significado de «egoísta» para incluir también comportamientos aparentemente no egoístas, extendiendo la definición simplemente hasta «hacer lo que realmente quiere hacer». A mantiene sólo la palabra, pero esta ha perdido su significado específico, original.


Composición

Asumir que un todo debe tener las propiedades de sus partes. Por ejemplo, «dado que los miembros del equipo son atletas magnificos, el equipo debe ser un equipo magnffico». Incluso atletas magnificos pueden tener poco talento para cooperar en un equipo. Opuesto a la falacia de la división.


Definición persuasiva

Definir un término de tal manera que parezca neutral, pero que de hecho es sutilmente emotivo, Por ejemplo: Ambrose Bierce, en su The Devils Dictionary, define «fe» como «creencia sin pruebas en lo que esta diciendo una persona que habla sin conocimiento, de cosas inauditas». Las definiciones persuasivas pueden tener también una carga emotiva positiva, por ejemplo: definir «conservador» como «alguien con una opinión realista de los limites humanos».


Descalificar la fuente

Usar lenguaje emotivo para menospreciar un argumento incluso antes de mencionarlo.


División

Asumir que las partes de un todo deben tener las propiedades de un todo. Por ejemplo: «Dado que es un equipo magnffico, los miembros del equipo deben ser atletas rnagnificos.» Un grupo de jugadores pueden cooperar eficazmente sin ser individualmente jugadores destacados. Opuesto a la falacia de la composición.


Falso dilema

Reducir las opciones que se analizan sólo a dos, a menudo drasticamente opuestas e injustas para la persona contra quien se expone el dilema. Por ejemplo, «Estados Unidos: Amalo o dejalo». El siguiente es un ejemplo más sutil extrafdo de un trabajo de un estudiante: «Dado que el universo no podría haberse creado de la nada, debe haber sido creado por una fuerza viva inteligente...» ¿Es la creación por una fuerza viva inteligente la única otra posibilidad? Argüir a partir de un falso dilema es, a veces, una manera de no jugar limpio; obviamente, también olvida alternativas.


Hombre de paja

Caricaturizar la opinión de un oponente de manera tal que resulte fácil refutarla.


Negar el antecedente

Una falacia deductiva de la forma:

"Si p entonces q.
No−p.
Por lo tanto, no−q."

Por ejemplo:

!Si las calles están heladas, el correo llega tarde.
Las calles no están heladas.
Por lo tanto, el correo no llega tarde."

Ambas premisas pueden ser verdaderas y la conclusión falsa. El correo puede llegar tarde por otras razones, al margen de las calles heladas. El argumento olvida las explicaciones alternativas.

Non sequitur

Extraer una conclusión que «no se sigue». Por ejemplo: una conclusión que no es una inferencia razonable de una prueba. Término muy general para denominar un mal argumento. Trate de resolver concretamente que es lo que (supuestamente) esta mal con el argumento.


Palabras equivocas

Cambiar el significado de una palabra en medio de un argumento, de tal manera que su conclusión pueda ser mantenida aunque su significado pueda haberse modificado radicalmente. Esta maniobra suele ejecutarse bajo la presión de un contraejemplo.

A: Todo estudio es una tortura.
B: Pero, ¿Qué pasa con estudiar para argumentar?, ¡le gusta tanto!
A: Bien, eso no es realmente estudiar.

Aquí «estudiar» es la palabra equivoca. La respuesta de A a la objeción de B cambia de hecho el signiflcado de «estudiar» al de «estudiar que es una tortura». De ese modo, la primera afirmación de A permanece verdadera, pero sólo al coste de hacerla trivial («Todo estudio que es
una tortura es una tortura»).


Petición de principio

Usar de un modo implícito la conclusión como una premisa. Se incurre, pues, en un círculo vicioso.

Por ejemplo: "Dios existe porque así lo dice la Biblia, lo que se que es verdad porque, después de todo, Dios la escribió."


Para escribir este argumento en la forma de premisa y conclusión, se debería escribir:


"La Biblia es verdad, porque Dios la escribió.
La Biblia dice que Dios existe.
Por lo tanto, Dios existe."


Para defender la afirmación de que la Biblia es verdad, el argumentador afirma que Dios la escribió. Pero obviamente, si Dios escribió la Biblia, El existe. Luego, el argumento asume precisamente aquello que esta tratando de probar.


Pista falsa

Introducir una cuestión irrelevante o secundaria y, de ese modo, desviar la atención de la cuestión principal. Usualmente, la pista falsa hace referenda a una cuestión acerca de la cual las personas tienen opiniones contundentes, para que nadie advierta como se está desviando la atención. En una discusión sobre la seguridad relativa a las diferentes marcas de automóviles, por ejemplo, la cuestión de que coches son fabricados en el país y cuales son importados es una pista falsa.


Post hoc, ergo propter hoc («después de esto, por lo tanto, debido a esto»).

Asumir la causalidad demasiado pronto sobre la base de la mera sucesión en el tiempo.


Preguntas complejas

Exponer una pregunta o una cuestión de tal manera que una persona no pueda acordar o discrepar con nosotros sin obligarse con alguna otra afirmación que nosotros queremos promocionar. Un ejemplo simple: «¿Es usted aún tan egocentrico como solía ser?» Tanto si la
respuesta es «sí» o es «no», se obliga a aceptar que usted solía ser egocentrico. Un ejemplo más
sutil: «¿Seguira a su conciencia, en vez de a su cartera, y hará una donación para la causa?» Con
ello se logra que cualquiera que diga «no», a pesar de sus verdaderas razones para no realizar el
donativo, se sienta innoble. Cualquiera que diga «sí», a pesar de sus verdaderas razones para realizar el donativo, se siente noble.


Provincianismo

Error por universalizar un hecho local. Argumentar, por ejemplo, que comer tres comidas diarias es un comportamiento humano universal.


Suprimir prueba

Presentar sólo una parte de un conjunto de datos que apoyen una afirmación, ocultando las partes que la contradicen. Por ejemplo: extraer justamente la frase «Usted debe ir a ver la película Rambo IX» de una critica de cine que en realidad dice: «Si usted debe ir a ver Rambo IX, lleve un libro.»

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.